¿No consigues pasar página a pesar de que tu relación terminó hace ya tiempo?

¿Sigues mirando atrás, queriendo recuperar “tu vida”? ¿Todavía conservas la esperanza de que, en algún momento, todo vuelva a ser como antes? ¿Necesitas entender qué pasó y saber qué hiciste mal? ¿Crees que, con otra oportunidad, todo sería distinto?

Si tu relación de pareja ha terminado y te resulta difícil seguir adelante con tu vida, seguramente esas preguntas resuenen una y otra vez en tu cabeza como afirmaciones.

Es posible que mires al futuro y no sepas hacia dónde ir, cómo construir, porque falta la pieza que le daba sentido a todo. Y, entre otras cosas, no puedes hacerlo porque sigues enganchada/o a una relación que ya terminó y a todas esas afirmaciones y pensamientos que vienen una y otra vez a tu cabeza y con los que entras en bucle, en una espiral que hace que todo avance resulte difícil, si no, imposible de conseguir.

Donde antes había planes, seguridad, rutina, estabilidad, compañía… lo invade ahora la tristeza, la soledad, una sensación de ansiedad cuando miras a tu vida hoy y hacia delante. De repente, todo se vino abajo y te sientes perdida/o en tu propio espacio. Y, por supuesto, el tiempo, eso que todo el mundo te dice que necesitas para superar esta etapa, parece no pasar rápido. Es más, todo lo contrario; el tiempo que ha pasado no ha servido más que para mostrarte que no puedes rehacer tu vida. Tampoco centrarte en conocer gente nueva y/o probar nuevas actividades, como amigos y familiares te recomiendan con la mejor de sus intenciones, está precisamente ahora en tu lista de prioridades.

Y, como no encuentras motivación para intentarlo siquiera o porque lo haces, pero no ves resultados, tu desesperación va en aumento y confirma, erróneamente, que sin él/ella no puedes. Que todo está demasiado cuesta arriba.

¿Qué puede estar fallando, entonces?

  • Agarrarte a esa relación como si fuera tu salvavidas.
  • Idealizar lo que viviste, lo que fue.
  • No querer salir de su entorno para no perder la oportunidad de retomar la relación.
  • Culparte por no haber dado más y por haber pedido demasiado.
  • Repetirte que no encontrarás a nadie igual.
Hacia la otra persona:

 

  • Tratar, por todos los medios, de que vuelva, prometiéndole que no volverás a fallar.
  • Convencerla de que sólo con ella serás feliz.
  • Rogarle qué te diga qué necesitaría de ti, que estás dispuesta/o a cambiar.

Esto son sólo algunos ejemplos de conductas y/o pensamientos que puedes estar teniendo hacia ti mismo/a o dirigiendo a la otra persona. Pero, en cualquier caso, unos y otros sólo aumentan tu vulnerabilidad, tu inseguridad. Justo lo contrario de lo que quieres y necesitas.

Pueden parecer soluciones eficaces. Pero, en realidad, son acciones y motivaciones que siguen poniendo en su foco y en el centro de todo a una relación, una etapa, que ya ha terminado. Y, como no obtienes las respuestas o explicaciones que necesitas, como sigues enganchada/o a la idea de que sólo con esa persona recuperarías la ilusión de nuevo en tu vida, te sientes más y más vulnerable cada vez. Lo has intentado, pero no ves salida.

Darse cuenta de esto no es fácil, lo sé, y quizá pienses que tú sola/o no vas a poder.

Son situaciones con las que me encuentro a menudo: culparte, necesitar una explicación para poder avanzar y aferrarte a la otra persona cómo la única con la que puedes ser feliz.

¿Por qué no funciona?

  1. Culparte puede hacerte creer, erróneamente, que, si tú has fallado, entonces cambiando tú todo se solucionará. Pero en una relación, son dos las personas que aportan y que le van dando forma y haciendo realidad con sus creencias, ideas, valores, actitudes, ilusiones… No depende sólo de ti.
  2. Esperar una explicación que te ayude a entender para poder seguir adelante te deja a expensas de algo que no depende de ti; de una explicación que podría no llegar o, si lo hace, no ser la que tú necesitas. Y, ¿cuánto tiempo estás dispuesta/o a dejar pasar por esperarla?
  3. Aferrarte a esa persona diciéndote que sólo con ella serás feliz es negarte tu capacidad de hacer y construir tu vida, de elegir y crear relaciones satisfactorias. Es, nuevamente, minar tu seguridad, tu capacidad y olvidar las muchas situaciones en las que, seguro, has superado momentos difíciles y salido adelante en tu vida.
Piensa por un momento en lo siguiente…

 

Si sólo la otra persona puede completar tu vida.

Si sólo con ella eres feliz.

Si con ella se han ido todas tus ilusiones, ganas y motivaciones.

¿No supone eso cederle las riendas y todo el poder de tu vida a otra persona?

¿Entiendes, ahora, tu sensación de miedo, inseguridad, incapacidad, tristeza, angustia…?

Vienen de ahí: de tu negación a aceptar lo que ha pasado y de la negación de ti misma/o.

Esta manera de afrontar lo sucedido afecta directamente a tu autoestima. Y con la autoestima tocada resulta mucho más difícil levantarse de la situación.

Por eso, te animo a que contactes conmigo para que podamos trabajar sobre ello y acompañarte en este camino de superación. Situarte en la etapa y el momento de tu vida en que te encuentras ahora (por difícil que pueda resultar) para, desde ahí, tomar las riendas e iniciar el camino hacia una nueva.

Y que no sea un capítulo el que decide el curso del resto de tu historia que está por venir. Que te vuelvas a sentir confiada/o, con capacidad para valorarte y seguridad para retomar tanto tu vida personal como social. Que decidas la vida que quieres hacer, con los valores que te apetece que estén presentes en ella. Porque construir hacia delante con la mirada puesta atrás resulta muy difícil.

Si apuestas por ti y te decides a dar el paso, tendremos una primera sesión online sin coste (de 30 minutos) en la que, además de conocernos, podremos hablar sobre tu actual situación, cómo la estás viviendo y empezar a trazar las líneas del siguiente paso.

Después de conocernos, si decides no dejar pasar más tiempo, empezaremos a ver todo aquello que has intentado hacer por ti misma/o y que no ha funcionado, para detectar posibles ideas, creencias, sentimientos y acciones que pueden estar dificultando tu progreso. Ese que te hará sentir con fuerza que vuelves a ser tú.