¿Cómo mejorar tu rendimiento si te sientes cansad@ durante el día?
¿Sientes que te falta energía a diario? ¿Qué no llegas a todo lo que querrías o, al menos, no de la manera en que te gustaría? ¿Se ha convertido en una sensación habitual? ¿Llegas al final de tu día sin fuerzas? ¿Afecta a tu estado de ánimo, estrés y motivación? ¿Empezar cada día se te hace cuesta arriba? ¿Te cuesta concentrarte? ¿Sientes fatiga física y mental? ¿Dolores de cabeza? ¿Estrés? ¿Somnolencia?
Quizá te has resignado a esta forma de sentirte, aunque no sea satisfactoria, y das por hecho que es una consecuencia inevitable del ritmo de vida generalizado hoy en día. El trabajo, la casa, los niños, los estudios, la familia, los horarios, los problemas y dificultades, etc. que forman parte de tu vida requieren tanto tiempo y dedicación que muchas veces te encuentras inmers@ en un ritmo frenético que te deja exhaust@ y, no pocas veces, insatisfech@.
Insatisfech@ porque te da la sensación de que vas corriendo a todo, sin tiempo y sin poder parar y disfrutar, en muchas ocasiones, de lo que haces. Como si te limitases a poner un “check” a tu lista de tareas de cada día. Es normal que todo esto aumente tu estrés, agobio, que agote tu energía, te sientas desmotivad@... En definitiva, que no le encuentres sentido.
Así, afrontar un día tras otro se hace cada vez más difícil. No puedes dejar de hacer determinadas tareas, pero las haces con una sensación permanente de cansancio o falta de energía. Puede que sea así desde que te levantas o que, por más que intentes empezar cada nueva jornada con ganas, llegues a la tarde-noche rendid@.
Y sí, puede que este sea el ritmo de vida mayoritario hoy en día. Y esto, claramente, no es una buena noticia. Pero, por otro lado, tengo que decirte que no es el único posible ni el que, de manera natural, fomenta y potencia tu bienestar.
Seguramente vas a pensar que no se puede hacer de otra forma. Hay que trabajar; sacar adelante tu casa, quizá una familia también; hay que estudiar; lidiar con problemas y dificultades personales… Y no es posible, ni lo que quieres tampoco, retirarse y empezar una vida al margen, como un ermitañ@.
Partiendo de ahí, de que se trata de vivir en la época y el momento que nos ha tocado, quiero decirte que se pueden hacer pequeños (o grandes) ajustes con un impacto importante en tu bienestar, para que tengas la sensación de estar viviendo y no sobreviviendo a tu propia vida.
Si te sientes cansad@ en general, tanto física como mentalmente, sin energía, triste y desmotivad@. Si ves que tu estrés y tu irritabilidad van en aumento y no puedes gestionarlo, te propongo que trabajemos junt@s para ver qué aspectos son importantes y pueden estar pasando desapercibidos. Por el momento, puedes empezar anotando en un papel o repasar mentalmente los hábitos, rutinas y/o actividades que forman parte de tu día a día: hora a la que te levantas, lo que haces a continuación; cómo se desarrolla tu jornada; a qué hora te acuestas, qué haces antes, etc. A grandes rasgos, puede ser algo como:
- Lidiar con la alarma a primera hora
- Desayunar algo rápido
- Ir a trabajar temprano a la oficina (o quizá trabajas a turnos)
- Llevar a los niños al colegio
- Sufrir el atasco diario intentando no desesperar
- Mirar el correo
- Revisar conversaciones de WhatsApp y novedades en Redes Sociales
- Mantenerte al tanto de las últimas noticias
- Llegar con la energía justa por la noche para dejarte caer en el sofá, poner la TV y ver esa serie/película que te haga olvidar y evadirte de tu día (e incluso llevarte al sueño directamente)
Estarás conmigo en que, sin necesidad de juzgar nada de ello, no son las actividades ni los ritmos naturales que, como especie y ajustándonos a la evolución, nos han permitido llegar hasta el día de hoy. Y esto tiene un impacto enorme y determinante en esa tristeza y/o estrés que sientes, en la desconexión de ti mismo y esa sensación de vacío, de no encontrar tu sitio en este mundo; de no estar a gusto con lo que ves en tu vida ni cómo te ves; de estar cansado constantemente, irritable, de mal humor, decaíd@; con problemas que no sabes cómo afrontar; dificultad para dormir y descansar.
Si todo esto resuena contigo y con los patrones que actualmente predominan en tu vida, quiero que sepas que puedes trabajar para construir otro presente. Pequeños (o grandes, por su efecto) cambios que puedes empezar a implementar para lograr un resultado diferente y, sobre todo, llegar al final de tu día sin la sensación de haber sobrevivido a uno más. Puede que sobrevivir, en este momento, no sea poco. Pero, desde luego, puedes aspirar a vivir.
Si quieres empezar a identificar cuáles pueden ser los aspectos que están impactando negativamente y que te restan calidad de vida, y, sobre todo, cuáles son los que podrías añadir en tu día para que empiecen a tener un impacto positivo en tu bienestar emocional y físico, puedes contactar conmigo para que te ayude y te acompañe en este proceso. Desde la experiencia personal y profesional acumulada durante años, junto con una formación continua, trabajaré contigo de manera personalizada para que puedas alcanzar tus metas.
¿QUÉ TE PROPONGO?
1ª Sesión Sin Coste y Sin Compromiso
Una primera consulta de 30 minutos (presencial u online, como prefieras), en la que podamos conocernos, profundizar un poco en la situación en que te encuentras y cuáles son tus objetivos.
Y LUEGO… ¿QUÉ?
Si después de conocernos y de haberte explicado mi manera de trabajar, decides darte la oportunidad de mejorar tu rendimiento y la sensación de energía de tu día a día, nos involucraremos junt@s en este proceso para que, al final del mismo, estés en la dirección que deseas.
¿Cómo mejorar tu rendimiento si te sientes cansad@ durante el día?
¿Sientes que te falta energía a diario? ¿Qué no llegas a todo lo que querrías o, al menos, no de la manera en que te gustaría? ¿Se ha convertido en una sensación habitual? ¿Llegas al final de tu día sin fuerzas? ¿Afecta a tu estado de ánimo, estrés y motivación? ¿Empezar cada día se te hace cuesta arriba? ¿Te cuesta concentrarte? ¿Sientes fatiga física y mental? ¿Dolores de cabeza? ¿Estrés? ¿Somnolencia?
Quizá te has resignado a esta forma de sentirte, aunque no sea satisfactoria, y das por hecho que es una consecuencia inevitable del ritmo de vida generalizado hoy en día. El trabajo, la casa, los niños, los estudios, la familia, los horarios, los problemas y dificultades, etc. que forman parte de tu vida requieren tanto tiempo y dedicación que muchas veces te encuentras inmers@ en un ritmo frenético que te deja exhaust@ y, no pocas veces, insatisfech@.
Insatisfech@ porque te da la sensación de que vas corriendo a todo, sin tiempo y sin poder parar y disfrutar, en muchas ocasiones, de lo que haces. Como si te limitases a poner un “check” a tu lista de tareas de cada día. Es normal que todo esto aumente tu estrés, agobio, que agote tu energía, te sientas desmotivad@... En definitiva, que no le encuentres sentido.
Así, afrontar un día tras otro se hace cada vez más difícil. No puedes dejar de hacer determinadas tareas, pero las haces con una sensación permanente de cansancio o falta de energía. Puede que sea así desde que te levantas o que, por más que intentes empezar cada nueva jornada con ganas, llegues a la tarde-noche rendid@.
Y sí, puede que este sea el ritmo de vida mayoritario hoy en día. Y esto, claramente, no es una buena noticia. Pero, por otro lado, tengo que decirte que no es el único posible ni el que, de manera natural, fomenta y potencia tu bienestar.
Seguramente vas a pensar que no se puede hacer de otra forma. Hay que trabajar; sacar adelante tu casa, quizá una familia también; hay que estudiar; lidiar con problemas y dificultades personales… Y no es posible, ni lo que quieres tampoco, retirarse y empezar una vida al margen, como un ermitañ@.
Partiendo de ahí, de que se trata de vivir en la época y el momento que nos ha tocado, quiero decirte que se pueden hacer pequeños (o grandes) ajustes con un impacto importante en tu bienestar, para que tengas la sensación de estar viviendo y no sobreviviendo a tu propia vida.
Si te sientes cansad@ en general, tanto física como mentalmente, sin energía, triste y desmotivad@. Si ves que tu estrés y tu irritabilidad van en aumento y no puedes gestionarlo, te propongo que trabajemos junt@s para ver qué aspectos son importantes y pueden estar pasando desapercibidos. Por el momento, puedes empezar anotando en un papel o repasar mentalmente los hábitos, rutinas y/o actividades que forman parte de tu día a día: hora a la que te levantas, lo que haces a continuación; cómo se desarrolla tu jornada; a qué hora te acuestas, qué haces antes, etc. A grandes rasgos, puede ser algo como:
- Lidiar con la alarma a primera hora
- Desayunar algo rápido
- Ir a trabajar temprano a la oficina (o quizá trabajas a turnos)
- Llevar a los niños al colegio
- Sufrir el atasco diario intentando no desesperar
- Mirar el correo
- Revisar conversaciones de WhatsApp y novedades en Redes Sociales
- Mantenerte al tanto de las últimas noticias
- Llegar con la energía justa por la noche para dejarte caer en el sofá, poner la TV y ver esa serie/película que te haga olvidar y evadirte de tu día (e incluso llevarte al sueño directamente)
Estarás conmigo en que, sin necesidad de juzgar nada de ello, no son las actividades ni los ritmos naturales que, como especie y ajustándonos a la evolución, nos han permitido llegar hasta el día de hoy. Y esto tiene un impacto enorme y determinante en esa tristeza y/o estrés que sientes, en la desconexión de ti mismo y esa sensación de vacío, de no encontrar tu sitio en este mundo; de no estar a gusto con lo que ves en tu vida ni cómo te ves; de estar cansado constantemente, irritable, de mal humor, decaíd@; con problemas que no sabes cómo afrontar; dificultad para dormir y descansar.
Si todo esto resuena contigo y con los patrones que actualmente predominan en tu vida, quiero que sepas que puedes trabajar para construir otro presente. Pequeños (o grandes, por su efecto) cambios que puedes empezar a implementar para lograr un resultado diferente y, sobre todo, llegar al final de tu día sin la sensación de haber sobrevivido a uno más. Puede que sobrevivir, en este momento, no sea poco. Pero, desde luego, puedes aspirar a vivir.
Si quieres empezar a identificar cuáles pueden ser los aspectos que están impactando negativamente y que te restan calidad de vida, y, sobre todo, cuáles son los que podrías añadir en tu día para que empiecen a tener un impacto positivo en tu bienestar emocional y físico, puedes contactar conmigo para que te ayude y te acompañe en este proceso. Desde la experiencia personal y profesional acumulada durante años, junto con una formación continua, trabajaré contigo de manera personalizada para que puedas alcanzar tus metas.
¿QUÉ TE PROPONGO?
1ª Sesión Sin Coste y Sin Compromiso
Una primera consulta de 30 minutos (presencial u online, como prefieras), en la que podamos conocernos, profundizar un poco en la situación en que te encuentras y cuáles son tus objetivos.
Y LUEGO… ¿QUÉ?
Si después de conocernos y de haberte explicado mi manera de trabajar, decides darte la oportunidad de mejorar tu rendimiento y la sensación de energía de tu día a día, nos involucraremos junt@s en este proceso para que, al final del mismo, estés en la dirección que deseas.